El texto aborda la evolución histórica del trabajo social y destaca la persistente desigualdad de género en el ámbito laboral, especialmente en el trabajo doméstico. Se menciona que las mujeres, a menudo debido a vulnerabilidades socioeconómicas, se ven limitadas en sus opciones laborales y se ven abocadas al trabajo doméstico, el cual históricamente ha sido subvalorado. A pesar de avances legales y reconocimiento reciente, las trabajadoras domésticas aún enfrentan desafíos como falta de protección laboral, informalidad y discriminación. La crisis del COVID-19 ha exacerbado estas problemáticas, especialmente en América Latina. El texto destaca que, a pesar de los desafíos, Colombia ha implementado leyes y políticas para proteger los derechos de las trabajadoras domésticas, abordando temas como seguridad social y derechos laborales. Se mencionan leyes específicas, como la Ley 1788 de 2016 y la ratificación del Convenio 189 de la OIT, que establecen estándares internacionales para proteger los derechos laborales en este sector. Aunque existen avances, el texto reconoce que aún persisten desafíos en la regulación y protección del trabajo doméstico en Colombia.