Desarrollo del pensamiento numérico mediante la aplicación de estrategias didácticas desde el uso de las artes plásticas
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Rodríguez Cardona, Luz Angélica | 2020-08-15
El pensamiento lógico inicia su desarrollo desde los primeros años de vida, específicamente en el preescolar, momento en el que se empiezan a adquirir las herramientas, habilidades y conocimientos básicos en los procesos personal, social y escolar. Piaget y Szeminska (1987) “afirman que dichas habilidades tienen un carácter evolutivo y se conforman a través de las distintas etapas de desarrollo del niño en interrelación con el medio ambiente, permitiendo hacer construcciones mediante la reflexión y la formación de conceptos cada vez más abstractos”. Por tal motivo, las destrezas lógicas que se establecen en la etapa preescolar acompañan a los estudiantes a lo largo de su vida académica, siendo un razonamiento fundamental para el aprendizaje de las matemáticas, así como de diversas áreas en general. Es importante que para los niños del nivel preescolar, el pensamiento matemático se fomente con estrategias lúdicas y no memorísticas, debido a que se encuentran en una etapa en la que aún no comprenden la lógica concreta. Sin embargo, se puede observar que, dentro de Institución Educativa Privada Graciela Velázquez Cano, ubicadas en Bello Horizonte existe un énfasis en los métodos tradicionales de enseñanza de las matemáticas, las cuales se fundamentan frecuentemente en estrategias de memorización y repetición continua, en lugar de proporcionar actividades que permitan la participación activa y el aprendizaje significativo de las habilidades numéricas. Con dichas estrategias repetitivas se suelen generar vacíos en las habilidades cognitivas asociadas a los conceptos lógicos necesarios para solucionar problemas matemáticos, así como desinterés por parte de los estudiantes en esta área debido a la falta de comprensión de los temas y por dificultades para poner en práctica la matemática en situaciones reales. En el preescolar, la enseñanza de los procesos lógico matemáticos no debe limitarse a contenidos repetitivos, sino que en su lugar, el espacio de aprendizaje debe constituirse en un medio para comprender, explicar y trasformar todo lo que rodea al niño; por tanto, los procesos pedagógicos deben ir orientados a un ambiente que fomente el aprendizaje de manera agradable, divertida e interesante, estimulando la motivación a trabajar activamente, sobre la base de los intereses y expectativas del estudiante, Por ello es necesaria la construcción de espacios y la organización de estrategias didácticas que brinden diversidad de estímulos para proporcionar a los niños experiencias directas con los conceptos numéricos y que además puedan utilizarlos en situaciones de la vida cotidiana.
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